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viernes, 23 de mayo de 2014

Calanques

Después  de la proyección decido pasar el fin de semana  en Rodellar, con la banda que ya por estas fechas empieza a crecer. Los  dos días que escalé fue como caminar por casa, incluso los vecinos eran los mismos que en años anteriores. El ambiente aún estaba fresco  igual que las pozas, la gente alegre con buena cara, se notaba que estaba empezando la temporada “good energy my fiend” y q dure. Me  despedí de la banda con tristeza en el corazón pero con la cabeza a mil, Aarón y Sergio (compañeros de trabajo en La Molina) me proponían un viaje a Francia.

La primera escala en el viaje  fueron  las Calanques en Marsella. Nos advirtieron que allí solían robar en las furgonetas y esto no le hacía mucha gracia a nuestro mecenas Aarón , así que avisé a Chloé, una colega de Marsella por si nos podía echar una mano. Sin dudarlo nos invitó a su casa en Les Goudes, triunfamos estábamos casi a pie de pared y a un paso del mar, teníamos casa en las Calanques!!!!



El primer día nos subimos al sector más lejano de Les Goudes: La “Grotte”. Me costó lo mío llegar pero mereció la pena, sombra fresca y unas vistas alucinantes de roca y mar. Las vías no estaban mal, pero se notaba que habían sido muy transitadas. Acabe probando 6b, 7a + y un 7b, hasta que nos entró el sol y el sector se convirtió en un solárium, jejejeje












El tiempo estaba un poco revuelto, solía hacer bastante viento. Un día no pudimos escalar del aire que hacía, la casa por momentos parecía despegar. Nos pasamos el día entero confinados en casa, como tres presos de alto nivel… sofá, tele, internet y muchas porongas más que no nos quitaban las ganas de escalar. Y por supuesto la idea  de playa y bikinis nos la tuvimos que sacar de la cabeza. Ya me lo decía Willy: ”el sur de Francia no es el sur de España”.


La mañana siguiente hacia menos viento , a escalar sí o sí. Sergio (Exploitin) le tocaba elegir sector y se decidió por una vía clásica en el sector de Luminy. Pregunté al guarda que había en la pista si me dejaba pasar con la tarjeta de minus, tras recibir una negativa emprendemos la marcha a pie, yo no sabía ni a donde iba, pero intuía q seria largo. Una vez q alcanzamos las primeras lomas el paisaje se volvió espectacular, solo montañas y mar. Las ganas de descubrir y explorar son las que me llevan  hasta pie de vía.  Pasado el martirio, ahora tocaba disfrutar .

(Vía Temple V+ 200m) Empieza Sergio, la primera reunión está encima de un pino centenario muy cómodo, cuanto más subimos más disminuye el tacto  a “mármol del Vaticano” y mejoran las reuniones. La escalada era bastante vertical y piedra compacta en los tramos más difíciles y me pude desenvolver bien. Ya en la cumbre del Socle teníamos dos opciones volver al coche y moñear o subir a la Candela por la arista. Evidentemente, lo intentaríamos, y a pie de vía empezó a aumentar el viento.











(Via  l'arête de Marseille V+ 150m) El primer largo es el más duro, un diedro técnico, Aarón  abre el primer largo y Sergio y yo subimos lo más rápido posible. En la reunión estaba Aarón agazapado del aire, nos mira y dice: hace frío, ¡estoy helado!. ¡Venga va!, le contesto, ¡si en la estación de esquí hemos pasado mucho más frío!. Metimos la quinta y para arriba, los largos que nos quedaban eran más fáciles, pero espectaculares, con mucho ambiente de vacío en la arista y la calidad de la roca superior. En las reuniones pegaba menos el viento hasta que llegó el momento de rapelar donde, como no, surgieron algunas complicaciones y tensiones que una vez en tierra desaparecieron.

Lo que me apareció después, fue un dolor de muñeca de volver con las muletas. La vuelta se me hizo durísima, era tarde, estaba destrozado y la tormenta se acercaba.¡No vale parar! Fue llegar al coche y empezar a llover. 

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