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domingo, 5 de febrero de 2012

Cambio de aires, al Sur

Tras pasar la primera semana del año escalando en Margalef, mano a mano con (Iker, Reno, Visens y compañia). Vuelvo a la Molina para centrarme en el proyecto del vídeo. Mi cabeza explota no consigo ordenar las ideas. Llamo a la Sole (que estudio periodismo), para ver si me puede ayudar, y como no, intentará hacer todo lo posible.

Preparo la mochila con lo justo (pies de gato y arnés). El 18 de Enero aterrizo en Sevilla, sin tocar la capital, "la cordada de la muerte" se planta en Cogollos con accidente de trafico de camino al sector. A nosotros nada un roce en la bola de la furgoneta, el 205 luna rota lateral raspada y rueda de atrás descuadrada, una llegada letal!!


Escalamos cuatro días en Cogollos
acompañados del mismísimo Rubeniano y el Ale. En el sector del Goteron encadené Luciilla 7b y Cogolluda 7b (a vista, puro estilo de Kalymnos). En el sector de la Campana encadene Los mundos de Saratinga 7a también a vista, me pareció una vía espectacular de las que hay que colocarse y escalar, wellcome to Siurana, jejeje.


El 23 viajamos a Jaen, nuevo sector para mi, Reguchillo. Abuscar tranquilidad y centrarnos mas en el vídeo. Al vídeo se iban aportando nuevas ideas y algo de forma, pero sin medios; a lo que nos dedicamos básicamente era a escalar.

Vias preciosas con muy buen tacto. El lugar  me parecía mágico, con unos juegos de luces y cambios de tonos entre las chorreras que te hacían enamorarte de esa roca. Encadené Whiplas 7a a vista, y casi me llevo la Nano 7c+/8a en el último pegue del día.


El día de descanso Sole me llevó a Otiñar, aluciné con semejante cueva. No me dejó escalar. jejeje. Marchamos a Viznar, a casa de los colegas, para el fin de semana escalar en los Vados con la peñita al calorcito. Me reencontré con mi carnalito el Chino y escalamos con toda la calma, esos días me dolía la espalda. Al despedirnos quedamos en vernos en verano por el norte.

Sole tiene que marchar por razones familiares y me deja en Viznar con Ale y Rubén. Me quedé una semana mas escalando lo que podía, limitado por los dolores de espalda hasta que nos visitó el tío Severiano (ola polar).

Por coincidencias de la vida, trabajaba en la misma escuela del Ruben un amigo mio de Alicante y justo ese fin de semana subía de visita y me dejó en casa  a los cuidados de la mama (que grande el Lalo). Así acabo mi escapada al sur, me quedé con ganas de seguir conociendo mas rincones, sus gentes y tantas lineas espectaculares.